Daniela Rubio es cofundadora de DRJ Consulting, consultora especializada en accesibilidad, inclusión y diversidad. «Asesoramos a profesionales y empresas, apostando por una tecnología inclusiva. Un mundo digital para todos es nuestra razón de ser. Me apasiona la tecnología y he construido mi vida alrededor de ella, con el objetivo final de alcanzar un cambio tecnológico responsable, que beneficie a todos sin importar sus características». Rubio, que es invidente, nos explica que significan y qué implican la accesibilidad e inclusión digital en el primero de los webinar #dicaTIC.
En un mundo en el que la tecnología se ha convertido en una de las principales herramientas en el ámbito profesional, en la comunicación y en las relaciones sociales, la accesibilidad digital se entiende como una necesidad y como un derecho de las personas. Ya en 2008, la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad planteaba que la discapacidad la crea el entorno y exponía la necesidad de un diseño inclusivo, tanto en el mundo físico -calles, edificios, instrumentos del día a día…-, como en el digital. Que todo sea para todas las personas, independientemente de sus características.
Un 10% de la población mundial tiene alguna discapacidad. En este contexto, para la empresa abordar la accesibilidad no es solo una cuestión de responsabilidad, sino que el potencial en términos de negocio es muy alto, dado que permite extender los servicios y productos a más personas.
Además, otro factor importante a tener en cuenta es que el nivel de envejecimiento de la población es cada vez más alto, por la mayor esperanza de vida. Más personas van a usar tecnologías digitales durante más tiempo y tenemos que pensar en ellos cuando hablemos de un mundo accesible.
El objetivo es llegar a un punto en el que haya un diseño inclusivo en todas las aplicaciones en móviles y todos los contenidos web; que rompa las barreras. Para ello, debería ser un factor más a la hora de abordarlos, de modo que todos los profesionales la apliquen. De hecho, ya existen plataformas de desarrollo -en firmas como Google, Apple o Microsoft- a través de las que se pueden realizar aplicaciones y servicios accesibles e inclusivos desde su base.
¿Qué es la tecnología de apoyo?
Cuando hablamos de ‘tecnología de apoyo’ nos referimos a elementos tecnológicos que ayudan a las personas con discapacidad, temporal o permanente, a realizar sus tareas de manera más autónoma. Encontramos dos tipos: sustitutiva o complementaria de otras tecnologías normalizadas.
En el caso de los desarrollos de páginas web, el World Wide Web Consortium (W3C) -consorcio internacional que genera recomendaciones y estándares que aseguran el crecimiento de la World Wide Web a largo plazo a nivel mundial- plantea una serie de criterios de accesibilidad que permiten saber por dónde empezar. Existen guías rápidas para que cualquier diseñador pueda cumplirlos y que el contenido pueda ser percibido por todas las personas.
En el caso de una APP, ¿qué supone la accesibilidad? Las aplicaciones se usan con tecnología de apoyo y complementaria por personas con distintas discapacidades. A nivel de dispositivos móviles, encontramos, entre otros recursos: lectores de pantalla, magnificadores, sistemas de inversión de colores, manejo de animaciones, control de contraste, texto resaltado al hablar o control del dispositivo por pulsadores externos -un pulsador es una especie de mando que permite a las personas acceder a todos los contenidos sin tocar la pantalla directamente-.
Una cuestión clave es la ‘lectura fácil’, que supone hacer que los contenidos sean sencillos de leer, redactados con un lenguaje claro. Así, pueden ser entendidos por personas con discapacidad cognitiva o intelectual.
Desde el punto de vista del diseño de contenidos inclusivos, también hay algunas pautas generales, de manera que todas las personas obtengan la misma información, a pesar de sus distintas características sensoriales y cognitivas. Por ejemplo, no se debe utilizar únicamente pistas visuales para proporcionar información. En cuanto a la descripción de los elementos, es esencial para personas con problemas de visión.
En definitiva, ¿qué identifica a una App diseñada de forma inclusiva?
–Todos sus elementos son visibles y se puede interactuar con ellos mediante tecnologías de apoyo.
–Todos están correctamente descritos y contextualizados.
–Su diseño es compatible con diferentes formas de visualización y contrastes
–Los contenidos están redactados de forma comprensible para todos.
La ‘voluntad’, clave para extender la accesibilidad
El contenido accesible es una ventana al mundo para muchas personas. Por ejemplo, el sistema ‘Siri’ puede ser un lujo o una comodidad para una persona sin discapacidad, pero, para una persona con discapacidad puede convertirse en un apoyo importante para desenvolverse en diferentes situaciones de su día a día.
Actualmente, contamos con los medios para conseguir que esa accesibilidad sea real. Lo que necesitamos es que los líderes tecnológicos, las personas y profesionales que tienen la posibilidad de crear, tengan la voluntad de hacerlo. El objetivo debe ser mejorar la vida de todo el mundo, sin importar las características. La palabra clave es ‘voluntad’.